En un reciente comunicado, el Ministerio de Salud de la Nación informó que se prohibió la producción y comercialización de mamaderas que contengan bisfenol A (BPA) en su composición. Desde hace tiempo, organizaciones médicas y ambientalistas denuncian que esta sustancia se trata de un "disruptor endócrino", igual a agroquímicos como el DDT y el endosulfan, también en proceso de eliminación. Se publicó hoy en el Boletín Oficial y debe aplicarse en un mes.
Los disruptores endócrinos o perturbadores endócrinos afectan el normal desarrollo de los fetos y los niños, alterando sobre todo el neurodesarrollo, y generando trastornos en la conducta, que se hacen visibles en el rendimiento escolar. Así también, influyen en el desarrollo sexual y reproductivo en la especie humana. Desde hace tiempo, la Asociación Argentina de Medicos por el Medio Ambiente (AAMMA), viene promoviendo la limitación del uso de estos compuestos -entre los que se incluyen las dioxinas- como una de las prioridades a nivel nacional. Entre ellos, está en foco el uso de PCBs.
El año pasado, a partir de una decisión de la ONU, comenzó en Argentina la progresiva eliminación del endosulfan, que es también un "contaminante orgánico persistente" (COP). En el caso de las mamaderas, resulta de suma importancia porque la peligrosidad de los disruptores endócrinos no depende solamente de la dosis, sino sobre todo del momento de exposición. En ese caso, los lactantes son especialmente vulnerables, porque su sistema nervioso se encuentra en formación. Y esto puede incluso generar afecciones que se manifiesten recién en la etapa adulta.
La clave se encuentra en los "xeno-estrónegos" o "estrógenos ambientales", sustancias que se asemejan a las hormonas y activan o desactivan procesos hormonales. El descubrimiento de Ana Soto (ver video), investigadora argentina residente en Estados Unidos, de manera accidental durante uno de sus experimentos, puso en discusión el tema, que puede estar asociado a la incidencia en el cáncer de mama. Estos estudios sobre el bisfenol son conocidos ya desde el año 2005, cuando la Universidad Nacional del Litoral participó en el proceso de verificación de los resultados.
El comunicado del Ministerio de Salud aclara que "la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) dispuso la prohibición en todo el territorio nacional de la fabricación, importación y comercialización de mamaderas que contengan bisfenol A". Esta sustancia se usa para hacer un plástico duro, conocido como policarbonato, que "se utiliza en muchos productos de consumo, como utensilios de cocina, botellas de agua reutilizables y biberones", señalan. Por lo tanto, se trata de una medida que protege a los más vulnerables, pero debe estudiarse su extensión a los otros usos.
A su vez, aclaran: "El polipropileno ha ido reemplazando el uso del policarbonato en mamaderas, ya que este plástico no contiene BPA. Las mamaderas de polipropileno se encuentran actualmente a la venta". Y agrega: "La medida adoptada está en consonancia con las agencias regulatorias más exigentes del mundo, como la de Estados Unidos, Europa, Brasil o Canadá", según Matías De Nicola, director del Instituto Nacional de Alimentos (INAL), dependiente de la ANMAT. Se trata de una medida sensata, tal vez algo demorada, que es de vital cumplimiento, urgente en el caso de las mamaderas.
http://www.comambiental.com.ar/2012/03/prohiben-comercializacion-de-mamaderas.html
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